La historia del Ballet Folklórico Masehualistli se comprende a través de una idea, una palabra, una imagen auditiva que nos permite acercarnos a quienes le crearon, le han conformado y de manera genuina han aportado su ser para vanagloria de su sagrada meta. Masehualistli es comunidad; su sagrada meta: la danza.
Su conformación, los primeros pasos, la acreditación como una agrupación relevante, las transformaciones, la colaboración con maestros externos, la integración de miembros, la participación en eventos dentro y fuera de su ciudad, sus mayores logros, su sentido de pertenencia; todo ello se sustenta en comunidad.
Un detalle de la idea de la comunidad se aprecia con el inicio de su historia: la primera generación de ejecutantes del Ballet Folklórico Masehualistli la conformaron 6 parejas y, eventualmente, sus hijos también se integraron a la agrupación. Se antoja como una tarea divina, ciertamente. Una suerte de misión que Masehualistli ha llevado a cabo a través de la música, la devoción y la entrega a la danza; pero también una entrega total a quien le ofrecen con devoción dicha danza.
Otra muestra de comunidad se refleja en el espacio donde Masehualistli nació: Asociación Nacional de Trabajadores Guadalupanos, espacio de inclusión, desarrollo humano y artístico dedicado a la comunidad leonesa siempre con la intención de ofrecer las labores cotidianas (desde trabajo hasta oración y recreación) a la advocación guadalupana de María y al creador.
Fue ahí donde los líderes del Ballet Folklórico Masehualistli se conocieron y empezaron una historia personal que corre paralela a la historia del Ballet y a la historia devocional de la ciudad de León, Guanajuato.
Juan José Cercado Aranda, originario de la Ciudad de León, Guanajuato, en sus primeros años de adolescencia, para 1968, inició su actividad dancística en el Instituto Mexicano del Seguro Social que, desde entonces, contaba con grupos de danza folklórica. Una gran generación de profesores de danza de todo el país comenzaron su formación en dicho instituto. El Profesor Cercado no fue la excepción; de la mano de la Maestra Lourdes C. de Bueno y con el acompañamiento del Prof. Alderete al piano, sus primeras clases de danza no solo fueron de folklore, sino también de danza académica; o ballet clásico.
Sin embargo y por otro lado, el Prof. Cercado también tuvo una formación puramente folklórica al cursar la escuela secundaria. Su profesora en dicho nivel educativo fue la Prof. Conchita, contemporánea del Profesor Jorge Alfredo Rodríguez Flores de la ciudad de Aguascalientes, quien sería de primordial importancia para el desarrollo dancístico de Masehualistli en el transcurso de estos 40 años y de la Profesora Rosario Zuñiga García. Tres maestros cercanos a este ballet y que recibieron su formación dancística en la Ciudad de México.
Al poco tiempo, por una cuestión de azar -quizá-, una compañera de la escuela por razones personales pidió que alguien le ayudara a dar sus clases de danza en un jardín de niños y el Prof. Cercado se ofreció para ello; iniciando, así, su labor docente participando, por primera vez, en el Festival del Día de las Madres.
Luego, una persona que conoció en su trabajo, Soledad, le invitó a cubrir las clases de danza de la Asociación Nacional de Trabajadores Guadalupanos luego que el grupo de folklore que ensayaba en las instalaciones de esta Asociación se quedara sin profesor.
En ocasiones, puede ser que las personas no demos suficiente importancia a la posibilidad que ciertos sucesos en la vida parecen estar tejidos por alguien. En este caso, no es exageración pensar que la Providencia decidió el rumbo de la vida de un grupo de personas que, a lo largo de 40 años, han estado ligados por lazos que trascendieron el momento.
Las personas que, de alguna forma, condujeron a la llegada del Profesor Juan José Cercado a la Asociación para encontrarse ahí, no sólo a su destino dancístico sino a su compañera de vida, parecen ser ángeles que tejieron un camino que ha permitido que familias enteras, amigos de vida y cómplices en la danza fueran el mosaico que adorna la vida de una pareja que, en equipo, le han dado fuerza y vida al Ballet Folklórico Masehualistli.
Así fue como inició la trayectoria de este grupo que, en un principio, no tenía un nombre formal; fue unos años más tarde que encontraron una referencia a la danza y a la devoción que se apegaba a su forma de pensar. Masehualistli no es cualquier nombre; es la transformación poética de lo que, para sus integrantes, significa la entrega de su espíritu a través de la danza.
Merecer la gracia divina es una alegría y reconocer los favores recibidos es jubiloso, de ahí que la danza es la mejor forma de conectar con las entidades que interceden por nosotros y a quienes ofrecemos los movimientos de nuestro cuerpo que, con la guia del corazón, nos acerca a lo divino. La devoción nos hace masehualistli.
Motolinia en el capítulo 27 del Anexo de su obra Memoriales, ofrece la visión de lo que la danza, como obra meritoria divina, conlleva: se sirve a Dios con el cuerpo y se le alaba a través de la danza, siempre con el corazón y los sentidos puestos en ella.
El origen de la palabra, por supuesto, es náhuatl, lengua que -como la mayoría de las lenguas mexicanas distintas al español- no contaban o no cuentan con una escritura con reglas normas o prescripciones, por lo que cuando hay necesidad de escribirlas, suelen representarse con elementos del Alfabeto Fonético Internacional, o bien, bajo las normas de la lengua de quien la escribe. Las reglas gramaticales del español del siglo XVI llevaron a Motolinía a escribir esta palabra con las letras usadas por su lengua, de ahí que la escribiera como “maceualiztli”.
Con base en el mencionado Alfabeto Fonético Internacional, esta palabra se escribiría fonéticamente como masewalis͡tli; así con la mezcla de ambas, en búsqueda de una identidad propia, sin ignorar los preceptos de la lengua náhuatl, esta agrupación decidió poner un sello único en su nombre oficial no solo como forma de identificación sino como símbolo de una devoción única y particular que representa su visión propia de la danza como un apostolado que acerca, a sus integrantes, a lo divino.
El Ballet Folklórico Masehualistli a lo largo de 40 años ha construido una identidad basada en ciertos pilares que se han mantenido por todo este tiempo y que, no importando las modas, cambios o nuevas formas de ver el folklore, siguen presentes en su agrupación, dotándole de un sentido de pertenencia único. Estos pilares son:
1. la asesoría constante y permanente que reciben de personalidades centrales de la danza folklórica de la región,
2. la unión familiar que se mantiene al interior del ballet como un espacio para que nuevas familias encuentren un entorno de salud mental para compartir la danza como una actividad de vinculación con el espíritu,
3. el amor hacia su terruño guanajuatense, León, fundamental para sus integrantes como parte de sí mismos y, por supuesto,
4. el liderazgo de quienes dirigen este grupo: Cruz Adriana Aguado Barba, cuya amabilidad, dulzura y empatía, entrega, empeño y complicidad se ha constituido como un complemento perfecto para el trabajo que el Director este ballet, Juan José Cercado Aranda, ha construido con su pasión, esfuerzo, generosidad, devoción y visión.
Ambos, absolutamente entregados a este apostolado, no sólo han trabajado la danza con sus cuerpos y alma, sino que con sus manos han elaborado indumentaria, abalorios y ornamentos para sus bailarines como una parte de la ofrenda que realizan en honor a quien les ha dado la vida, la danza, la música y el amor.
Este ballet, que oficialmente con el nombre de Ballet Folklórico Masehualistli nació en 1984, ha recibido el apoyo de un buen número de personalidades del folklore, en relación a los pilares que sostienen su trabajo. Entre los más importantes están Rosario Zúñiga García, María Concepción Díaz Estevez y Jorge Alfredo Rodriguez Flores quienes compartieron con Masehualistli sus amplios conocimientos de lo que el folklore mexicano implica y constituye.
Parte de lo que ellos son, afortunadamente, se ha filtrado como parte de la identidad Masehualistli y fortalece la esencia de lo que este ballet representa: la hermandad dancística que se genera al compartir conocimientos sin límites o restricciones. Masehualistli agradece, infinita y cariñosamente, a estos maestros por su incondicional apoyo y amistad, sin la cual, quizá, no habría recorrido este bello camino que ahora se ha conformado como parte de su historia.
A lo largo de 40 años, el Ballet Folklórico Masehualistli se ha presentado en cientos de foros estatales y nacionales, logrando en el año 2000 la proyección internacional al visitar diversos puntos de California, donde tuvieron la oportunidad de presentarse ante numerosas audiencias.
En cuanto a foros locales, los más queridos por Masehualistli y porque han sido sedes de sus aniversarios en diversas etapas se cuentan el Teatro del Seguro Social de León, el Teatro Manuel Doblado, el Teatro Bicentenario y el Foro del Lago de la Feria de León. Estos foros, gracias al apoyo que siempre ha tenido Masehualistli por parte de las autoridades de la ciudad de León le han permitido mantenerse en el gusto de los leoneses y formar parte de la historia viva del arte de la ciudad. Además, se han presentado en foros estatales de gran renombre como el Parque Bicentenario.
Por si fuera poco han abarrotado funciones en foros nacionales de primer nivel como el zócalo de la Ciudad de México o el Teatro Juárez de Guanajuato Capital que se han quedado en la memoria de los integrantes como momentos significativos por la belleza de su locación y la cantidad de las personas que conformaron las audiencias.
Sin embargo, el punto emotivo de su experiencia dancística que llegó con la comprensión de que habían salido de la danza amateur para alcanzar el siguiente nivel, fue en el año 2002, al ser invitados a formar parte del repertorio nacional del 30° Festival Cervantino con una presentación apoteósica en el Foro de la Alhóndiga de Granaditas.
El previo más trascendental a esta función fue la presentación de la cartelera cervantina en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, a dónde Masehualistli fue invitado a la conferencia oficial ante la prensa constituyendo no sólo una gran alegría para los miembros del Ballet sino que conformó un momento único que revitalizó la identidad y el orgullo entre quienes tuvieron la fortuna de participar.
Independiente de este significativo momento, a lo largo de 40 años y como parte del apostolado que Masehualistli ofrece a través de su danza, ha llevado alegría, música y baile a una serie incontable de asilos, orfanatos y centros de readaptación social con la motivación de acercarse a personas con situaciones complicadas y que éstas no olviden que en la vida siempre hay belleza, solidaridad y la posibilidad de ser feliz a pesar de las adversidades, siempre de la mano de la fe que permite seguir adelante.
In Memoriam
Lupita , Noemí , Ana Isabel, Anita, Martha, Isaías, Patty, Rubén, Toño , Bernardo, Genoveva
Agradecimientos
Maestra Rosario Zuñiga García, Prof. Sebastián Franco, que en paz descansen, Profesor Jorge Alfredo, Rodriguez Flores, Prof., Héctor, Burgos, profesor Jorge Rocha, Prof. Oswaldo Prof. Cristojan, Hernandez, maestra Sandra Cruz, Prof., Salvador Garcia.
Colaboración especial, Paul Gómez, por Danza de Diablos y una mención especial a nuestro primer escenógrafo, el señor Arturo Velazquez
Costureras o elaboración del vestuario, Felicitas Aranda y Eustolia Aranda, Irene Aranda, que en paz descanse y en vida Rosa María Aranda, Silvia Aguado, Elvira Meza, Prof. Jorge Alfredo Rodriguez